La estética influye en el cine justo en el momento que se empezó a examinar desde una óptica filosófica. El discurso narrativo cinematográfico se comenzó a pretender convertir por su propia cuenta a la palabra "Fotogenia" y en su idea, donde pasar de un concepto a otro implicaba una definición simple a una definición teórica. Al igual que la literatura, el cine no tiene por objeto expresar ideas precisas o traducir con rigor un conocimiento determinado.
La lógica del film, por tanto, no concierne al rigor de lo expresado sino, al rigor de la expresión. Concierne a la estructura de las asociaciones visuales o audiovisuales cuyo objetivo es determinar ideas en la conciencia del espectador.
La controversia sobre el realismo cinematográfico de hecho moviliza tres perspectivas muy diferentes:
La Ontología ( de qué habla el film).
La Semiótica (cómo habla el film).
La ideológica (qué ideas determinan el habla del film).
La pintura, poesía, música, buscan traducir la verdad por intermedio de la belleza que es su reino. El cine por el contrario, utiliza técnicas e instrumentos de producción o, si se quiere, de conocimiento.
La estética influye en el cine en el uso de la luz y del color como generadores de emociones, destacando su importancia para enfatizar la significación o el significado de las imágenes. La luz es un elemento fundamental en la composición, principalmente por la capacidad que posee para decodificar una imagen y expresar emociones y el color proporciona un contexto de realidad a la atmósferas que se pretende recrear.
De alguna manera el cine posee la verdad de entrada y se propone la belleza como fin supremo, que no es suya, sino de la naturaleza; una belleza que tiene la misión, no de inventar, sino de cubrir. La dificultad de hoy día no es formar un mundo propio sino, utilizar las herramientas de que dispone y en este caso, las nuevas tecnologías "TICS"(Tecnologías de la información y la comunicación), visuales, audiovisuales, digitales; estas son determinantes con frecuencia en la actividad cotidiana.
De la misma manera lo cotidiano plantea una redefinición social de las profesiones y una reorientación y visión de las nuevas tecnologías o nuevos medios.
Francisco N. Natera
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